La felicidad empieza muy temprano, empieza con la madre y se sigue manteniendo en la relación con ella. El camino de la felicidad se interrumpe cuando perdemos el contacto con la madre, por supuesto también con el padre, pero eso está en un honroso segundo lugar.Se puede observar, por ejemplo (yo lo hago a veces cuando miro la televisión con mi mujer) miramos a los actores o a los que están hablando, entonces mi mujer pregunta: «¿Cuál es la relación de éste con su madre?» Se puede ver enseguida; el que está en conexión con su madre brilla, tiene una expresión de alegría y es amado por otros, eso se nota fácilmente; o cuando uno viene y dice que no está feliz, entonces yo pregunto por su madre, por su relación con su madre. Yo tengo en mi corazón a la madre de esta persona ya presente con respeto y como yo respeto a su madre, puedo llevarlo hacia su madre y de pronto comienza, también, a radiar, a brillar. Este es un camino a la felicidad.
Bert Hellinger
TUS HIJOS
Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma.
No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te pertenecen.
Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellos, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar, ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti, porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tu eres el arco del cual tus hijos, como flechas vivas, son lanzados. Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad.
Kalhil Gibran